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Nos vamos acercando al verano, de momento sin grandes calores estos días, en que domina el ambiente fresco y húmedo, especialmente en el norte peninsular. Las predicciones estacionales para el trimestre estival (junio-julio-agosto) comienzan a marcar una señal clara de que el próximo verano será más cálido de normal en la mayor parte de Europa, siendo en los países del sur donde hay una probabilidad más alta (por encima del 70% en amplias zonas) de que las temperaturas sean superiores a las de la media; bastante elevadas de por sí en esa época del año.

Las predicciones estacionales (a varios meses vista) tienen todavía un amplio margen de mejora, pero su nivel de confianza ha ido aumentando en los últimos años. Son una herramienta importante de cara a la planificación de las tareas agrícolas, si bien tenemos que ser conocedores de sus limitaciones actuales. La información que compartiremos a continuación está basada en la salida multi-modelo dada a conocer por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).

Lo primero que hay que saber es que estas predicciones son probabilísticas, por lo que para las dos principales variables de interés (temperatura y precipitación) proporcionan distintos rangos de probabilidad (seis en total). Lo que vemos en el mapa de tendencia de temperaturas para el próximo verano son probabilidades altas (50-70%) de que las temperaturas queden por encima de la media en la mayor parte de la Península. Las probabilidades pasan a ser muy altas (70-100%) en el sureste peninsular, el sur de Baleares y en gran parte de Canarias.

Ampliando el foco a toda Europa, comprobamos que las probabilidades más altas de tener un verano tórrido se darán en el sur del continente, con una señal particularmente clara en el Mediterráneo central y oriental. Esta distribución de probabilidades no difiere mucho de la que aparecía en las predicciones estacionales de los dos últimos veranos, lo que invita a pensar en que el calor extremo volverá a ser muy destacado, tanto por los valores muy altos que alcancen las temperaturas, como por su persistencia. Es probable que se repitan algunas olas de calor extremo.

Aunque las precipitaciones que se han ido produciendo en el tramo final del invierno y lo que llevamos de primavera, han recargado de humedad los suelos en una gran parte del territorio peninsular, subiendo de forma notable las reservas hídricas, no hay que olvidar la situación crítica que sigue habiendo por el sureste, Cataluña, Baleares y Canarias, sin que tampoco tengamos que bajar la guardia en otras zonas del sur y este de la Península.

Si bien la sequía meteorológica estival es algo con lo que hay que contar todos los años (en verano apenas llueve), la predicción estacional de Copernicus marca una probabilidad alta de precipitaciones por debajo de la media en junio-julio-agosto, lo que sumado al probable calor extremo durante determinados periodos del verano, acelerará la evapotranspiración y la pérdida de humedad de los suelos. No debemos de relajarnos con la sequía, ya que, a la vista de estas predicciones, sigue al acecho y puede asomar la cabeza con rapidez.

16/05/24 4:16
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El verano de 2024 será más cálido de lo normal

Alta probabilidad de que repitamos un verano con calor extremo

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A paragraph is a self-contained unit of a discourse in writing dealing with a particular point or idea. Paragraphs are usually an expected part of formal writing, used to organize longer prose.

Meteorología
José Miguel Viñas Rubio
16/05/24
1 minuto
de lectura
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Nos vamos acercando al verano, de momento sin grandes calores estos días, en que domina el ambiente fresco y húmedo, especialmente en el norte peninsular. Las predicciones estacionales para el trimestre estival (junio-julio-agosto) comienzan a marcar una señal clara de que el próximo verano será más cálido de normal en la mayor parte de Europa, siendo en los países del sur donde hay una probabilidad más alta (por encima del 70% en amplias zonas) de que las temperaturas sean superiores a las de la media; bastante elevadas de por sí en esa época del año.

Las predicciones estacionales (a varios meses vista) tienen todavía un amplio margen de mejora, pero su nivel de confianza ha ido aumentando en los últimos años. Son una herramienta importante de cara a la planificación de las tareas agrícolas, si bien tenemos que ser conocedores de sus limitaciones actuales. La información que compartiremos a continuación está basada en la salida multi-modelo dada a conocer por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).

Lo primero que hay que saber es que estas predicciones son probabilísticas, por lo que para las dos principales variables de interés (temperatura y precipitación) proporcionan distintos rangos de probabilidad (seis en total). Lo que vemos en el mapa de tendencia de temperaturas para el próximo verano son probabilidades altas (50-70%) de que las temperaturas queden por encima de la media en la mayor parte de la Península. Las probabilidades pasan a ser muy altas (70-100%) en el sureste peninsular, el sur de Baleares y en gran parte de Canarias.

Ampliando el foco a toda Europa, comprobamos que las probabilidades más altas de tener un verano tórrido se darán en el sur del continente, con una señal particularmente clara en el Mediterráneo central y oriental. Esta distribución de probabilidades no difiere mucho de la que aparecía en las predicciones estacionales de los dos últimos veranos, lo que invita a pensar en que el calor extremo volverá a ser muy destacado, tanto por los valores muy altos que alcancen las temperaturas, como por su persistencia. Es probable que se repitan algunas olas de calor extremo.

Aunque las precipitaciones que se han ido produciendo en el tramo final del invierno y lo que llevamos de primavera, han recargado de humedad los suelos en una gran parte del territorio peninsular, subiendo de forma notable las reservas hídricas, no hay que olvidar la situación crítica que sigue habiendo por el sureste, Cataluña, Baleares y Canarias, sin que tampoco tengamos que bajar la guardia en otras zonas del sur y este de la Península.

Si bien la sequía meteorológica estival es algo con lo que hay que contar todos los años (en verano apenas llueve), la predicción estacional de Copernicus marca una probabilidad alta de precipitaciones por debajo de la media en junio-julio-agosto, lo que sumado al probable calor extremo durante determinados periodos del verano, acelerará la evapotranspiración y la pérdida de humedad de los suelos. No debemos de relajarnos con la sequía, ya que, a la vista de estas predicciones, sigue al acecho y puede asomar la cabeza con rapidez.