La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha adoptado su posición sobre la propuesta de reglamento para un uso sostenible de fitosanitarios. En ella plantea unos objetivos de reducción del uso de estas sustancias que van más allá de los propuestos por Bruselas.

Los eurodiputados respaldan una reducción del 50% para el año 2030 con carácter general pero quieren que se añada un segundo objetivo de reducción del 65% en el uso de los fitosanitarios más peligrosos.

En las zonas sensibles, los parlamentarios apoyan la propuesta de que se prohíban los pesticidas al igual que en los espacios verdes urbanos, las zonas de juego y de esparcimiento, los senderos públicos y las zonas Natura 2000. Solo podrían utilizarse los autorizados en agricultura ecológica y los productos de control biológico.

Las organizaciones y cooperativas agrarias europeas, agrupadas en el COPA-COGECA, consideran que los eurodiputados de esta comisión parlamentaria están aún más desconectados de la realidad del campo que la Comisión Europea.

Ahora su informe debe votarse en el pleno del Parlamento, en principio a finales de noviembre, y después el Parlamento y los Estados miembros deberán negociar un texto común. Dadas las fechas en que nos encontramos, no hay que esperar un acuerdo antes de las elecciones europeas de junio.