Las comunidades autónomas han consensuado una posición común sobre el presupuesto de la futura PAC, la que se aplicará a partir de 2028. Reivindican una partida específica para esta política, que se vaya ajustando en función de la inflación, y que se mantenga una estructura en dos pilares, el de ayudas directas y el de desarrollo rural.

Sobre la cuantía del presupuesto subrayan que, en ningún caso, deben aplicarse recortes respecto a la partida actual sino que, al contrario, debe incrementarse en consonancia con los retos y desafíos a los que se enfrenta el sector agrario, que consideran estratégico.

Las comunidades creen que en el actual contexto de crisis geopolítica y comercial es más necesario que nunca que Europa defienda su autonomía estratégica y la seguridad alimentaria y, para ello, la política agraria debe contar con un presupuesto fuerte.

Rechazan, por tanto, la idea de un fondo único asignado a los Estados miembros para que estos los reorganicen, ya que ello podría conducir a una reducción del dinero disponible para la agricultura.

Las comunidades han recogido estas reivindicaciones en un documento que enviaron al Ministerio de Agricultura de cara a la reunión del Consejo consultivo del pasado miércoles, en el que se abordaron los asuntos que se han debatido esta semana en el Consejo Agrícola celebrado en Luxemburgo.

La encargada de enviar el texto fue la consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de Murcia, Sara Rubira, que representa a las comunidades en el Consejo Agrícola en este primer semestre del año.