El Parlamento Europeo ha dado su visto bueno al compromiso alcanzado con el Consejo de la UE sobre la directiva relativa a la vigilancia de los suelos, con lo que esta disposición ha quedado aprobada definitivamente. Se trata del primer marco a escala de la UE relativo a los suelos, después de fracasos anteriores, y se centrará en la evaluación y seguimiento de la salud de los mismos.

El Parlamento ha subrayado que esta directiva “no impone ninguna nueva obligación a los propietarios ni a los gestores de tierras. Más bien obliga a los países de la UE a ayudarles a mejorar la salud y la resiliencia de los suelos”. La cuestión de las prácticas de gestión sostenible de los suelos por parte de los agricultores fue uno de los temas centrales de las negociaciones. Los Estados miembros deberán ofrecer a los agricultores asesoramiento independiente y actividades de formación, así como promover la investigación y la innovación en materia de resiliencia de los suelos.

La directiva entrará en vigor veinte días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE. A partir de esa fecha, los Estados miembros dispondrán de tres años para trasponer estas disposiciones a su legislación nacional. Además, se presentará una lista indicativa de contaminantes del suelo 18 meses después de la entrada en vigor de la legislación.